martes, 12 de junio de 2007

Pendejos mamones


No hay nada que me aburra más que los pendejos barzas.


El viernes, luego de una juerga de antología con Pati, Caro, Patter y pablo jugando pool hasta el amanecer fuimos con "El Vikingo Skog" al pronto de Sn Pedro a mandarnos el típico vampiro reponedor, esperábamos a que "Rosita" terminara de cocinarlo cuando un Flayte que estaba con sus amigos sentado vestido con Camiseta ancha, pantalones cortos y Jockey al revés se levantó de su silla e increpó a otro tipo que recién llegaba con su novia, no hay nada más cobarde que empujar a una persona que está con su mina en público y además dando cierto espectáculo qua a nadie le gusta, además, eso de los empujoncitos no me va.


Antiguamente y en mi época escolar y universitaria era el combo en el hocico si o si, sin empujones ni palabras amenazadoras de por medio. El grupo estaba compuesto por la típica chusca de zapatillas AllStar de colores, pantalón pitillo, teñida con mostaza y hacéndose la linda con el resto, un watón rapero con cadenas "de plata" ( si van a imitar a los rapers gringos porfa al menos háganlo bien, si hasta Usher tiene cadenas de oro o mándense una a lo Public Enemy que usaba un reloj mural en el cuello), dos flacos con poleras de rugby a los que ni en partidos de reservas los vi en una cancha en los años que jugué y que se crían Jonah Lomu y otra mina media Emo o Pokemon que más parecía el Gato Cósmico.


Me dió risa que en medio de la pelea apareciera la cordura por parte de un extraño "socio, tome sus cosas, a su linda polola, suba a su auto y lo que pidió se lo come en la casa tranquilo porque hay gente que no está ni ahí con su forro". En ese momento con Petter nos miramos y casi instantáneamente pensamos y dijimos lo mismo "que pendejos más cagones", lo dije en mi blog anterior, la guerra es guerra y se ha transformado en una mala costumbre el mariconeo de dar vuelta la página y arreglar las cosas por las buenas, eso de ser conciliador en todo es sólo para "el diario de Eva".


Siempre pasa lo mismo, los pendejos dejan las cosas inconclusas, si van a carretear háganlo, y si van a pelear también, pero no se caguen al final ni provoquen un clima de tensión pa la gente que está alrededor, si hasta el guardia con labio leporino se aburrió.


Dos acotaciones:



  • Parece que es cierto, los veinteañeros son cero aporte hasta en las peleas, parece que también es cierto que todo tiempo pasado fue mejor.




  • Antes a la primera provocación siempre había, después de unos buenos combos, una cara desfigurada.


Al final, nos subimos cada uno a su respectivo auto y nos fuimos para la casa a prender el Fox y ver si al menos había una pelea para no quedar con gusto a poco...pendejos mamones.

1 comentario:

Verónica dijo...

Imagínate qué quedará para las generaciones que vienen. Los cabros chicos están cada día peor, no miden consecuancias y caminan como los caballos: sin mirar para el lado.

¡Oye! ¿qué te pasa con las All Stars! A mí me encantan las Convers (originales, no las chanterías con las que andan las niñas que nombras, jajaja) Eso sí: uso las de caña más alta (a media pierna) y sólo blancas o negras. Las de colores, nica, no me gustan.

Un beso, Rodrigo.